La Alcazaba de Málaga, que significa “ciudadela” en árabe, es un palacio fortaleza que utilizaron los gobernantes musulmanes de la ciudad. Está situado en un cerro de la ladera del monte de Gibralfaro y se encuentra situado al lado del Teatro romano y del edificio de la Aduana, cosa que permite ver las culturas romana, árabe y renacentista en un mismo lugar.
Este edificio se construyó en el siglo XI sobre ruinas romanas. Los historiadores musulmanes afirman que Badis ben Habús, rey de taifas bereber de Granada, fue quien ordenó su construcción y el uso de mármoles y estatuas del teatro romano adyacente. Además, estaba unido al Castillo defensivo árabe por un pasillo resguardado por murallas llamado La Coracha. Originalmente contaba con más de 110 torres, entre las que destaca la Torre del Homenaje.
A su alrededor había un barrio, que hoy en día ya no está, que tenía un alto nivel de civilización. Aquí se congregaban zonas religiosas, poderes político-económicos y viviendas de familias de nobles.
Dispone de 3.400 metros de construcciones y su estructura es peculiar puesto que está compuesta por 3 muros concéntricos, uno dentro del otro, para aumentar la seguridad del edificio. También es muy irregular por la necesidad de adaptarse a la complejidad geográfica del terreno. Eso le confiere un aspecto defensivo y a la vez bello con patios rectangulares, jardines y estanques. Además, en su interior, como en todas las construcciones árabes, se juega con las luces y las sombras.
Esta es una de las obras musulmanas más importantes conservadas en España. Esto se debe a que aún conservan las matacanas, las torres albarranas con saeteras y las murallas almenadas, aunque se han hecho muchas reconstrucciones.
En ella se pueden ver varias estancias entre las que destacan la Plaza de Armas, donde guardaban la artillería y que actualmente es un patio, y la Puerta de los Arcos. También hay un camino con una bonita pradera entre dos recintos defensivos que conduce a las mazmorras, pero no es accesible para el público.
En su interior cuenta con un pozo, denominado “Airón” con 40 metros de profundidad que se usaba para suministrar agua a los habitantes del palacio cuando no se podía salir de la fortaleza. También contaban con una ruta de escape entre las fortificaciones que llevaba a la Torre del Homenaje que ahora se encuentra tapiada.
Hoy en día se puede visitar casi todo el recinto y está adaptado para ser accesible para personas con movilidad reducida. También se pueden hacer tours.